3 de julio de 2011

Ahora, seras tú la sola.

No te confundas, no te engañes. Sabes la verdad, no huyas de ella. Si eso te hace daño es porque te lo mereces. Prentendes caer bien a todo el mundo, y por eso vas regalando sonrisas y miradas de complicidad, pero que quede clarito; si todo eso no lo sientes no sirve de nada. Todos esos comentarios y gestos no valen nada porque no trasmites lo que sientes, porque no es verdad. Poco a poco la gente se está dando cuenta. Yo tendría cuidado. Tus mentiras ya no cuelan y tu personalidad deja de gustar. Tienes dos opociones: Te muestras tal y como eres o vuelves a cambiar a una personalidad que no es la tuya. Tú eliges.

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